Valparaíso Golpeado
La mañana del martes 11 de septiembre de 1973, las calles de Valparaíso amanecieron copadas por las Fuerzas Armadas. Aquella mañana, otoñal aún, los militares, la Derecha, la Democracia Cristiana y el imperialismo norteamericano, intentaron acabar de golpe con un Chile y un Valparaíso que se construían con la participación activa y desde los sueños de muchos.
La violencia del golpe estremeció a Valparaíso, fue más que un temblor, de ésos que en medio de la noche te despiertan desconcertado, tratando de distinguir entre sueños y realidad. Fue artero el golpe, un golpe bajo, un golpe cobarde por la espalda. La ciudad cambió, adquiriendo un tenebroso color azul marino, pero la resistencia comenzó desde el inicio, salvando vidas, escondiendo gente, protegiéndose
Valparaíso es hermoso y encanta con sus escaleras, colores y adoquines; sin embargo, la vida a todo ello se la entregamos nosotros, los porteños, quienes transitamos por sus callejuelas, morimos en sus cerros, compramos en sus kioscos y nos escondemos entre sus pasajes para amar a escondidas. Por eso, el golpe en Valparaíso y a Valparaíso fue cruel y aún no termina, porque parecen consumirlo el mercado y el centralismo. Pero la memoria histórica y la fuerza de los movimientos sociales forjarán un taller de reparación de sueños trizados, donde porteños y porteñas podamos acariciar dichos sueños, jaspearlos de arcoíris y echarlos a volar nuevamente hacia el horizonte oceánico.
Mientras tanto, acá los testimonios de porteñas y porteños que vivieron la ciudad antes del golpe, durante la dictadura y después de ésta.